Buscamos empresas familiares, que elaboren productos de gran calidad, primando procesos artesanales
Lo que más nos gusta, es comer bien…
Por eso, probamos todos y cada uno de nuestros productos antes de ponerlos a disposición de nuestros compañeros de viaje.
Parecerá una tontería, pero ello nos permite estar seguros de que estamos ofreciendo a nuestros clientes exactamente lo que nos gusta.
visitar a nuestros proveedores, forma parte de nuestra rutina diaria
Para complementar nuestra oferta, hemos apostado por productos que satisfacen nuestras exigencias como consumidores, pero además nos permiten disponer del sabor de antaño, que poco a poco se va perdiendo a lo largo del tiempo.
Nuestros proveedores de confianza:
Aceitunas y encurtidos Lanzas
Miel Agustín
frutos secos y golosinas alhambra
Después de comer bien, lo que más nos gusta es conocer lugares nuevos…
Conocer lugares nuevos, nuevas costumbres, nuevas historias, nuevos rostros, nuevas vidas…
Sin embargo, el rol de empresarios y padres nos limita el tiempo que podemos invertir en esta afición; Hecho que hemos solventado aunando ambos conceptos.
Descubriendo así que podemos disfrutar nuestra empresa de otra manera, yendo a visitar a nuestros proveedores, para conocer de primera mano cómo elaboran los productos que después ofreceremos a nuestros compañeros.
Así, sin darnos cuenta, hemos conocido algunas almazaras con aceites peculiares, pero sin dar con el que nos gusta
También hemos tenido la oportunidad de visitar diferentes empresas que se dedican a la elaboración de aceitunas y encurtidos, miel, frutas, verduras…
Sin contar las experiencias que vamos viviendo día a día con nuestros compañeros de viaje, que forman una gran diversidad de costumbres y culturas ofreciéndonos un rico menú donde satisfacer nuestro apetito.
raíces
Provenimos de la última generación que jugó en la calle sin móviles.
Aquella que comía pan con chocolate, y pasábamos horas explorando nuevos universos fuera de casa, construyendo cabañas, observando insectos y viviendo mil aventuras, hasta la hora de la cena…
Disfrutando, sin saberlo de los últimos sorbos de libertad que nos quedaba antes de la revolución tecnológica.
sabores
Nuestra alimentación era diferente…
La comida más “rapida” que había en mi casa, eran las croquetas, que previamente las habíamos elaborado durando horas.
Los tomates, sabían a tomates; y los pimientos a pimientos
No había miel mezclada con jarabe, ni el gluten era una preocupación.
Me preocupo mucho por nuestra alimentación, y más ahora que somos padres.
Antes con una ensalada y un poco de fruta comíamos; Ahora la comida es más elaborada, y se le echa más tiempo.
Aunque no escapamos de las típicas pizzas y hamburguesas; o las palomitas para ver pelis en familia
La diferencia radica en dónde compramos cada producto.
Las hamburguesas, en carnicerías de clientes que sabemos que las elaboran ellos, a diario.
100% carne, nada de “burguer meat”, o como se diga.
Las pizzas también las preparan ellos, con masas sobadas a mano y hechas en horno de leña.
Entramos y salimos de CADA cocina, visitamos establecimientos más veces de las que entraras y saldrás de tu casa, probablemente en toda la vida.
Sabemos dónde comer, y donde no…
Y como sabemos dónde comer, y donde no… También sabemos dónde queremos trabajar, y donde no…
Atención y servicio personalizado, es completamente necesario para nuestro trato con el cliente.
Escalar nuestro negocio, de la venta de huevos a otros productos, ha sido un proceso tan natural como preguntarles a nuestros clientes:
¿Qué te parece?, ¿Te gusta?, ¿Necesitas algo que algún proveedor no te traiga?
Y así nos hemos ido haciendo con una pequeña cartera de clientes que nos compran cosas tan diversas como pegatinas, logotipos, camisetas o marca personal.
Nuestra meta es poder englobar dentro de nuestro servicio otras características que hasta el momento no se dan en otros proveedores.
Nos especializamos en la venta de huevos y pollo fresco, pero el servicio para nuestros COMPAÑEROS DE VIAJE, va mucho más allá que una mera palabra.
Si un cliente nos cambia por precio, no era nuestro cliente…
¿A qué viene todo esto?
Permíteme que te hable en primera persona, porque si has llegado hasta aquí, probablemente poseas un tesoro que quieres compartir, pero no con cualquiera…
Me llamo Elen, y junto a Pedro, me encargo de la selección de proveedores de Grupo Pedro Tirado
Para mí es complicado explicar qué busco realmente en nuestros productos;
Me gusta definirlos como “los sabores de mi infancia”
Nunca me había parado a pensar cómo busco y encuentro nuestros productos, hasta ahora, que me toca explicarlo…
Lo primero, una necesidad
Ya sea mía, de Pedro, o de alguno de nuestros compañeros de viaje
Ahora por ejemplo, tengo la necesidad de encontrar un buen aceite de oliva virgen extra. Pero no es una necesidad nueva, sino una que me acompaña desde hacer algunos años.
He probado y experimentado con muchos aceites. Pero ninguno supera la prueba final…
“Al abrir el envase que lo contiene, pasado 1 año ó 2, debe saber y oler IGUAL que la primera vez que lo probé”
-¡Venga ya! ¿Quién va a esperar 2 años para oler un aceite?
Yo…
Por eso es una selección de productos :)
No tengo prisa por encontrarlos, es más, siempre dudo si los encuentro demasiado rápido;
Puede que me esté perdiendo algo mejor…
Una vez tengo la necesidad, es el momento de analizarla y refutarla
¿Cómo hago eso?
Fácil,
Preguntándome si nuestros compañeros de viaje tienen esa misma necesidad.
Si la respuesta es “sí”
¡Valor, y al toro!
Aunque sea una respuesta fácil, no es rápida de solventar, porque si la respuesta es “no”, automáticamente mi cabeza se pone en marcha para sabotearme y hacerme buscar todos los “por qué no” habidos y por haber.
Porque no es fresco, porque no sabe bien, porque no me gusta el color, porque es muy grande, porque es muy pequeño…
No sería lógico que me pusiera a vender tijeras de uñas, porque nos dedicamos a la alimentación.
Pero puede que una buena tijera para carne o pescado, sea una necesidad para mí y a la vez para nuestros clientes.
Analizada y refutada
Es hora de ponerme en marcha para buscar proveedores.
Al principio, me enfoqué mucho en buscar cercanía.
Pero la verdad, es una tontería…
Si está cerca, cualquiera va y lo compra, no me necesitan para serviles.
Además, ya hemos tenido la desagradable experiencia de intentar promocionar proveedores de cercanía, y al final los que perdimos fuimos nosotros.
Mi mayor fuente de información, es internet (lo más fácil y rápido con 2 niños y trabajando)
Pruebo los productos que me recomiendan; Esta es mi segunda fuente de información preferida.
-Suelo hacer una lista con 4 ó 5 posibles proveedores
-Buscar reseñas y estudiar las valoraciones y hacer un balance entre malas y buenas
Valoraciones
*Si todas son buenas, MALO
Porque posiblemente las haya comprado
*Si todas son malas, ¡ADIÓS!
*Si hay algunas malas y otras buenas. Las estudio, las analizo y posiblemente pruebo, para sacar mis propias conclusiones.
Me suelen llamar la atención, los productos que tienen más valoraciones positivas que negativas, sobre todo, si estas últimas tienen que ver con que tardan para entregar, o que había un señor que no sabía atender por teléfono.
Pero las que me causan curiosidad de verdad, son las que salen sin valoraciones. Me ofrecen todo un mundo de posibilidades por explorar
Llegados a este punto, más o menos tengo una idea de lo que pueden ofrecerme, pero queda el paso final… Reunirnos.
He de reconocer que para esto, también soy exigente, pero voy aprendiendo a detectar las señales de una buena inversión.
Claro ejemplo de eso, es nuestro proveedor Aceitunas y Encurtidos Lanzas, que estuve a puntito de rendirme porque nunca tenían tiempo para contestarme.
Menos mal que insistí; de no haberlo hecho, habría perdido un gran producto.
Ahora sí
Una vez que he elegido, probado y aprobado el producto, es el momento de pasar a la acción.
No todo depende de mí
Nuestros compañeros de viaje, siempre tienen la ultima palabra.
Si a mí me gusta, y a ellos también, será el inicio de una gran historia…
Estudio la historia de nuestros proveedores, de dónde vienen y a dónde quieren llegar.
Para mí, lo más importante es el trato humano y la cercanía, por eso, si no encuentro una de las 2 cosas, me retiro.
No se trata de conseguir productos a buen precio para sacar más beneficio, sino de encontrar el producto correcto, para las personas adecuadas. Suena a lengua muerta, pero es así…
Nuestros clientes no nos eligen por el precio, sino por la calidad, por la confianza o por lo que sea; y si en algún punto dudan si elegir entre precio y calidad, nuestro servicio tiene que estar a la altura para poder ser una propuesta ganadora.
Si el precio gana, a seguir trabajando para mejorar cada día y llegar a los clientes que sí valoren nuestro esfuerzo.
Nos gusta tratar a nuestros clientes desde la cercanía, posiblemente sea algo irremediable porque al final, nuestra empresa ha llegado hasta aquí, por la confianza que nos han brindado a lo largo de los años.
Somos selectivos y exigentes; tanto con nosotros mismos como con nuestro trabajo.
Pero además, nos hemos vuelto selectivos con nuestros clientes.
Una persona que es capaz de pedir productos de baja calidad para poner en la mesa de sus clientes, pero sin embargo pide lo mejor para sí mismo, no suele ser nuestro enfoque a la hora de seleccionar clientes.
Creo que somos personas bastante empáticas, e intentamos que nuestro personal funcione acorde con nuestra armonía.
Si no veo correcta una forma de actuar con nuestros productos, lo siempre lo digo.
Ello me ha acarreado la perdida de clientes, pero no me importa; ya llegarán otros nuevos.
Si nos pasamos HORAS, DÍAS, SEMANAS eligiendo a proveedores, es para estar seguros de que siempre pondremos lo mejor en la mesa de nuestros comensales.
No puedo ir en contra de mi naturaleza.
Por eso, si nos ves sirviendo en un establecimiento; ten la certeza de que esa persona pone en tu mesa, lo mismo que pone en la suya y ese es el requisito más importante para decidirnos por un cliente u otro.
Llegados a este punto, es el momento de hacer una aclaración.
Uno de mis “superpoderes”, es que tengo tendencia a decir lo que siento y vivir como pienso…
Por eso mi manera de relacionarme con nuestros proveedores es espontánea y natural
Mi primera señal de cómo será el trato con el proveedor, es cuando le hago “la pregunta incómoda…”
Fragmento de un email REAL:
“Como le comenté en mi correo, busco un producto diferente para competir con los de la zona
Ahora mismo estamos consumiendo 2 ó 3 cajas de liquidos y yema a la semana, no parece gran cosa, pero estoy convencida de que con el producto correcto, podré llegar a otro mercado.
Ahora mismo compro líquido a x€/L y yema a x€/L
Si pudiera mejorar la tarifa propuesta, podría empezar a trabajar con su producto
Quedo a la espera de su conclusión,
Muchas gracias, un saludo
Y no volvió a responder…
Suelo hacer más o menos la misma pregunta a todos los proveedores, y lo que me hace elegirlos o no, es su respuesta.
Una persona ilusionada con su producto, se las hubiera ingeniado para responderme; seguramente contándome la historia de cómo su familia levantó la empresa desde cero.
Llamadme tonta, pero me gustan las personas apasionadas, sin llegar a ser intensas.
nUESTROS PROVEEDORES
Como proveedor, no tienes que hacer nada fuera de lo habitual :)
Solo servirnos tus productos en las mejores condiciones.
Nos comprometemos con nuestros proveedores y su marca, además de promocionarla bajo nuestro sello de calidad.
Una vez empezamos a trabajar, nos queda una ardua labor por delante… Presentar la marca a nuestros compañeros de viaje.
Por suerte, nuestro servicio y constancia, nos brinda la confianza de nuestros clientes de poder ofrecerles un producto que creemos, puede brindarles a sus establecimientos, ese no sé qué, que qué sé yo, que se convierta en un diferencial que les haga enamorar a sus clientes.
Voy a tal sitio porque me gustan las aceitunas que ponen,
voy al otro porque me encanta el sabor de la carne.
¿A quién no le ha pasado? A nosotros los primeros.
Desde esa misma confianza, nuestros clientes nos dicen si un producto es apto o no, y así vamos entendiéndonos día a día.
Si nos ponemos en contacto contigo como proveedor, seguramente sea porque nos interesa uno de tus productos, ya sea por trayectoria, historia o recomendación.
Nuestro objetivo, es rodearnos de personas que nos ayuden a mejorar cada día, y entendemos que los negocios son negocios, pero al final, lo que buscamos es crear una extensión de nuestra pequeña familia.
Puede que ese sea otro de los motivos por los que preferimos trabajar con empresas familiares.
Desde mi punto de vista, hay un compromiso diferente entre nosotros… Ambos luchamos por sacar nuestras familias adelante, y sabemos lo sacrificado que es luchar contra las grandes marcas y sus precios competitivos.
Por eso, nosotros en nuestra labor de distribuidores, preferimos primar el sabor, la calidad y el cariño de nuestros productos y además ayudar en la labor de divulgación del trabajo de pequeños productos que las pasan canutas para mantenerse en el mercado.
Siempre digo “No son un número, no son dinero; Son nuestros compañeros de viaje, y se merecen respeto”
Así hacemos las cosas, a nuestra manera…
Conoce aquí nuestra historia con Aceitunas y Encurtidos Lanzas.
No vendo productos… Ofrezco experiencias para los sentidos
Cuesta mucho conseguir que una persona confíe en ti para servir en su establecimiento.
El primer filtro que nos ponen, casi siempre es el precio,
entonces, es cuando sabemos que ahí no es…
Trabajamos con un grupo cerrado de clientes y proveedores, que aumenta o desciende según el trato que tengamos con cada uno de ellos.
No nos enfocamos en vender cantidad, sino en buscar a los clientes correctos para nuestros productos.
Entiendo que es una manera diferente de pensar dentro de un mundo donde lo que prima es lo rápido y barato, pero en realidad, estoy convencida de que no soy la única a la que la comida ya no le sabe a nada…
No soy la única que prefiere consumir productos de calidad, que me da la seguridad de estar ayudando a familias a dar salida a su forma de vida.
Peces o tiburones…
Hace unos días, nos reunimos con un nuevo proveedor y me dijo una frase que me ha dejado huella:
-“El mercado es el que es, y para que tú entres, otro tiene que salir”
Mi mente de pececillo no llega a tanto.
Vivo mi mundo, y en él la colaboración es recíproca.
¿Por qué competir por precios? yo busco otra cosa…
Buenos productos;
Ya yo me encargaré de buscar a los clientes adecuados para ellos.
Quizás dentro de unos años, cuando me parta aún más los cuernos, y esté harta de este trabajo, llegue a pensar en que para que yo entre otro tiene que salir, o viceversa.
Pero la realidad es que ahora mismo lo veo tan claro, tanto como si ya pudiera tocarlo con mis manos.
No necesito competir, solo tengo que enfocarme en mejorar CADA DÍA
LA ESPECIFICACIÓN/ESPECIALIZACIÓN
“Quien mucho abarca, poco aprieta”
Frase recurrente que me ha acompañado a lo largo de la vida.
Sin embargo, siempre he sentido una curiosidad innata por los ordenadores, internet y las tecnología.
Pero mi locura va más allá…
Cuando descubrí que podía transmitir emociones a través de una imagen, un video, o un texto mi vida se transformó completamente.
Empecé a estudiar conceptos de marketing por mi cuenta que más tarde completé con una FP básica que me ha permitido aunar todo lo que había aprendido de manera autodidacta durante tantos años.
He tenido la suerte de estar en el lugar y el momento correcto, pero además, cuento con las habilidades necesarias para dar forma a casi cualquier cosa que se me pase por la cabeza.
Llevo años poniéndome a prueba y sorprendiéndome a cada paso.
Ahora es el momento de poner en práctica todo lo aprendido dándole forma a nuestra propia empresa.
No compito
Cada paso en el camino es un aprendizaje que me hace más sabia que el día anterior.
Nunca olvidaré el primer día que abrimos Grupo Pedro Tirado; la sensación de libertad y a la vez de pánico de no saber qué nos esperaba.
El primer año ha sido jodidamente complicado; pero yendo con la verdad, y haciendo las cosas con cariño, las puertas correctas siempre se abren.
No me motiva el dinero,
Ello no quiere decir que no tenemos deudas por pagar.
Y es que, somos de los de la vieja escuela… De los que prefieren regalar un botecillo para que lo pruebes, y ya si eso, me dices si te gusta.
Mi mente de pececilla, no es capaz de pensar como un tiburón, que tiene la obligación de comerse a la competencia. Prefiero nadar plácidamente haciendo mis cosas, a contra corriente; como ha sido toda mi vida…
Tuve la suerte de coincidir en el camino con Pedro, que tiene unas bases muy parecidas a las mías.
Dicen que las vibraciones que están en una misma honda, tienden a acoplarse y empezar a vibrar al mismo ritmo.
Al final, voy buscando la misma armonía, la misma sintonía.
No tiene nada que ver con el dinero.
¿Qué pido a cambio?
Calidad y exclusividad…
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